Alcé la mirada y en el espejo vi un rostro que no reconocía. Insultantes cabellos grises, arrugas en las comisuras de los labios. Mis párpados caídos contaban una historia cruel que nadie quería escuchar.
¿Quién era ese que permanecía postrado, inerte en mi reflejo? Cientos de aciagos recuerdos avasallaban mi memoria, casi tangibles. Era una absoluta abominación, un extraño ante mi propia mirada. El parásito del tiempo sin duda se había cobrado el más alto de los peajes.
En un intento por poner fin a aquel mal sueño que todo mi ser deseaba que fuese, apreté con fuerza la mandíbula e inspiré profundamente hasta llenar mis pulmones de un aire, un aroma que se me antojaba familiar. Todo cobró sentido entonces.
Ah joder, es verdad, que ayer fue Halloween y todavía no me he quitado el maquillaje jajajaja. Y yo aquí flipando, vaya puto imbécil XD
Jotaauvei
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