07 noviembre 2007
Tengo un edo, mi edo
Como bien dicen mis queridas amigas Tada (Blanca) y Tos (Negra), el miedo es eso, una forma de recordarnos lo tontos que podemos ser en ocasiones.
Y no podría hacer una entrada decente sin poner ejemplos. Como cuando vamos por la calle, solos, de noche y un tipo chungo nos viene de frente por la misma acera. ¿Que haremos? Pues cruzar, todos sabemos que los tipos con mala pinta no saben cambiar de acera.
O el típico miedo de los niños que algunos conservan (conservamos) del ser que habita debajo de la cama. Es totalmente ilógico, nadie en su sano juicio se metería a vivir bajo un colchón, sin agua corriente ni televisión. Ni siquiera los que viven en los armarios piensan en meterse debajo de las camas.
Otro miedo es el de, también de noche, escuchar ruidos. Lo mas probable es que sea un ladrón, pero, no, tiene que ser un asesino. Cojemos cualquier objeto contundente (los valientes) y miramos a todos lados, probablemente gritando: "¿Hay alguien ahí?" A lo que esperamos no obtener respuesta. Pero claro, si fuese un ladrón/asesino, que dirá: "No, no hay nadie".
Lo dicho, somos seres gilipollas por naturaleza, aunque no se que sería de nuestras vidas sin un poco de emoción. Aunque yo prefiero otro tipo de emociones.
P.D.: Ya iréis conociendo a Tada y Tos, son muy majas y están hechas, si, con el Paint.
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